En
esta nueva entrega de la saga de las dieciséis lunas, nos adentramos aún más al
mundo de los casters, puesto que, al
final de la anterior historia ocurrieron hechos de los cuales alguien tendrá
que hacerse cargo. Y el libro de las lunas como bien ya sabemos no hace algo
sin tomarse algo a cambio. En este caso Lena se culpará por todo lo ocurrido y querrá
solucionarlo todo. Para lo cual se dejará influenciar por personajes ya
conocidos y también por nuevos personajes que se encargarán de hacer que ella
tome una decisión para su décimo séptima luna.
Otro
punto importante de esta segunda entrega son las analepsis que nos muestran un
poco más de historia sobre la familia de Lena, en la cual conocemos a Abraham. Un
personaje antagonico que con la ayuda de Sarafine querrán intervenir en la
decisión final de Lena.
Por
otra parte, Lena al sentirse culpable se alejará de Ethan, lo cual provocará un
distanciamiento que podría ir en contra del destino de ambos. Pero donde Ethan
no querrá quedar fuera. Y tras el descubrimiento de este último en la vida de
su amada. Intentará salvarla encontra de cualquier mal agurio.
La
trama general de esta continuación se centra en la decisión que retraso Lena en
su décimo séptima luna. Y como Ethan tratará de que Lena tomé la decisión
adecuada para lo que ella considera correcto.
Ahora
bien, la historia argumenta más la mitología caster pero deja a un lado la
narración que se vuelve un tanto tediosa, haciendo que se llegue a perder un
poco el interés. Los nuevos personajes
no tienen una muy buena caracterización por estar argumentados en el paradigma
del misterio, por lo que no se encuentran muy bien definidos y, tal vez en
futuras entregas se conozca más de ellos.
En
conclusión, esta segunda entrega no logra superar lo ocurrido en la primer
entrega, sólo nos ofrece información limita y personajes poco delineados.
Aunque, se podría decir que lo único rescatable y muy disfrutable es la batalla
final en la Frontera.
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