Capítulo
9: "Intentémoslo"
(Salvador)
Podría haber muerto. Abandonado a mi suerte
en la tercer guerra mundial. Pero no, aquí estoy codirigiendo una de las
compañías más importantes de Gloret. Estoy muy agradecido con el Presidente de
Radiactivo. Él me ha dado y brindado todo. Desde que fui rescatado de la
prisión, soy otro. Antes era parte de una organización criminal que se
encargaba de secuestrar a los hijos de las personas más influyentes. Claro
ellos me traicionaron y me dejaron pudriéndome dentro de cuatro paredes,
vestido de preso naranja.
En esos tiempos el líder la organización a
la que pertenecí llamada “La Antorcha”,
era Jairo Bennett. Un hombre desquiciado, arrogante, petulante, con un complejo
de Dios, egoísta, hipócrita y muchos más adjetivos despectivos. En el mundo del
narcotráfico era llamado “El Padrote”, ya que siempre estaba rodeado de mujeres
y se oía el rumor de que él las prostituía. Lo más raro es que él tenía un
truco bajo la manga. Tenía algo así como el poder de seducir a las mujeres con
su varonil voz. Cuando él hablaba cualquier mujer cerca colapsaba con el primer
sonido de su timbre de voz. Debió ser su esbelta figura, su aspecto de un
hombre de edad, su curvilíneo cabello. Sí él se desenrollaba un rulo, las
mujeres se volvían locas.
Jairo fue mi padrino por mucho tiempo. Él
me incitaba al mal. Me quería como a un hijo. ÉL me obligo a tener mi primera
relación sexual. Fue como mi tutor. Me daba consejos sobre cómo experimentar
nuevos placeres. Al principio me sentía culpable y el remordimiento no me
dejaba vivir en paz. Pasaron las semanas, y todo eso se me hacía rutina. Tenía
que abusar de una fémina para sentirme hombre. También me enseño a fumar
cualquier hierba mágica para que experimentara una nueva realidad. Una nueva
visión del mundo.
Su
visión del mundo mágico era más bien una cruda realidad. Lo que yo veía era un
mundo libre. Sin que su libertad se coartará y no estuviera atada a nada. En
absoluto era una falacia. Un mundo que no era regido por un sistema. Un entorno
libre. En el que las reglas se modificaban diariamente para no coartar con la
libertad misma.
Fue
entonces cuando empezaron las confrontaciones. Todos los días discutíamos.
La rutina se complicó más cuando me dijo
que ya era hora y me pondría mi prueba final. Tenía que secuestrar al hijo de
uno de los funcionarios de gobierno. El niño era muy frágil. Al verlo me dio
tristeza y no cumplí con el encargo del Padrote.
Él se enteró que me eche para atrás en el
secuestro. Lo recuerdo todo como si hubiera sido todo ayer. Salió de su
recamara. Muy desalineado y en paños menores. Se notaba que estaba en pleno
clímax. Me dio una reprimenda fatal. Esa noche fui abusado por él. También me
azotó como si fuera una de esa golfas con las que tenía negocios.
Me dio una segunda oportunidad o eso era lo
que yo había pensado. Sólo supe que había ido a recibir un encargo en uno de
los autos de entregas que tenía el Jefe.
A la mañana siguiente desperté tras las
rejas. Según entendí, había sido engañado y la policía me capturo. Justo cuando
en el mundo había comenzado la tercera guerra mundial. Un chico de mi misma
edad, diecinueve años. Se me acercó y me dijo que sí quería salir él sabía
cómo. Me dio una carta antes de que fuera liberado. En ese momento, con lo único
que contaba era con la carta que me entrego ese desconocido y su descripción
física. Estatura mediana, piel color durazno, ojos almendrados, cabello lacio
impecable. Aunque algo que no podía dejar de observar en eran sus dos cachetes.
Abrí rápidamente la carta y me asombre por
el contenido:
¡Hola!
Sí lees esto es porque has sido
seleccionado y debes comunicarte cuanto antes con nuestro abogado. Quién te
sacará de la cárcel. Por favor, es muy urgente que llames. Alguien te ha
elegido como uno de los futuros miembros de una organización que acabará en un
futuro con el sistema actual. Usted será libre y podrá gozar en todas las
palabras de su libertad.
Llame al número: +559811546 ext. 4589 diciendo las palabras clave: “Paz, amor y
pasiflora”.
Es urgente que se comunique con nosotros.
Usted está en peligro. Únase y será un nuevo hombre. Podrá ver sus sueños
hechos realidad y mostrará que el sistema estaba equivocado. Usted es inocente.
Atentamente Radiactivo
El guardia se acercó tan vacilantemente en
su traje azul marino con una mirada
inquietante y frustrante.
—
¡Joven tiene derecho a hacer una llamada así que rapidito!” —ordeno como si
tuviera un alto cargo en el ejército.
—
¡Está bien! — Me condujo por un pasillo con luz tenue.
—
Hemos llegado, apúrate.
Marco
rápidamente el número e inmediatamente la extensión. Suena un tono algo
intrigante. Es un tipo de música entre opera y pop melódico.
—
¡Hola buenas tardes! Abogado de Radiactivo. — Me habló en un tono fascinante.
—
Hablo por lo de la carta. —Trato de sonar confiable.
El
ambiente estático se siente tan denso que el agua del mar hace imposible que
algún material flote en ella. Se oyen de repente unos murmullos que alteran mi
mente.
—
¿En qué lugar está? —Me dice de nuevo con un tono cordial.
—
Estoy en el ministerio público…
—
Enseguida vamos para allá. — Él termina mi oración antes de que me dé cuenta y
cuelga.
Después
de que terminará la llamada. Un policía me dice que estoy en libertad y veo que
un tipo con aspecto de chofer me indica que lo siga. Sigo al misterioso hombre
hacia una limusina muy elegante. Me abre la puerta y sutilmente entro.
Él
se limita a conducir sin decirme a dónde voy. Me indica que hay una carta a
lado mío. Decido inspeccionarla y comienzo a leer el manuscrito.
¡Hola
muy buenas tardes, Salvador!
Es
un gran gusto poder contar con tu apoyo. Debo decir que fue una gran elección
la que has tomado. Nunca te arrepentirás del trato que has hecho. Juntos
derrocaremos al sistema.
Por
otra parte, lo único que tendrás que hacer como pago es refugiarte por algún
tiempo con los demás enlistados. Vivirás en un refugio aprueba de cualquier arma.
Por
favor, llévate muy bien con tus compañeros. Tienen aproximadamente la misma
edad.
Los
nombres de tus compañeros son: Jarely, Ademir, Eyvin y Alex.
Quiero
que sepas, que gracias a ti. El día de mañana será un gran día. Éxito, campeón.
PD.:
¡Feliz cumpleaños!
Atentamente Radiactivo
Hago
todo lo que se me ordena.
Actualmente,
soy la mano derecha de nuestro gran, hábil, controlador, exigente, altruista,
benefactor, maestro: Presidente de Radiactivo. Gracias a él soy lo que soy.
Alguien que ha triunfado en la vida. Que he llegado a formar parte del consejo
de Radiactivo.
En su presentación, tuve la oportunidad de
conocerlo personalmente. Él era todo lo que me imagine. Él es mi líder. Yo
daría mi vida por salvarlo a él. Confrontaría a la Orden del Suplicio.
Suplicaría mi propia muerte. Haría todo por él. El sistema debe caer y sólo él
sabe cómo hacerlo. Sólo él puede dirigir a tan vasto ejército.
Radiactivo
ganará, reinará y el nuevo orden se impondrá.
En esa conversación después de la
presentación me comento cuál sería nuestro siguiente objetivo. Tomar como rehén al hijo del Presidente de
Gloret.
Se me hacía un poco descabellada esa idea pero si llevaba diez
años planeándose no era cualquier cosa. Todos en el consejo somos muy buenos
amigos. Jarely es mi mejor amiga. Además de ser la encargada del Sector de
Salud en Gloret. Alex está en la Base A-1307 de la organización, es un
científico que desarrolla nueva tecnología.
Eyvin es el líder de nuestros Ingenieros en Sistemas. Ademir, el chico
débil con él que tanto me gustaba debatir. Él era un gran estratega. Él fue
acribillado. Murió antes de que terminara la última guerra mundial.
Si tuviera un momento para poder hablar con él. Le diría que él
siempre fue mi mejor amigo. Desde que nos conocimos en el refugio de
Radiactivo. Entre nosotros comenzó una gran relación. Él era parte de mi
familia porque la biológica ya no estaba conmigo. Debió haber muerto. Durante
el colapso de las sociedades.
Pediría un poco más de tiempo. Y me despediría de él como se
debe. Mis lágrimas caen desde lo profundo de mis ojos color marrón.
Lo único que conservo de él. Es el medallón que me regalo. Un
medallón muy antiguo de su familia. Lo único que conservaba de ella. Me lo
confió antes de que partiera a la batalla.
Ahora, entiendo porque decía que su amuleto era de la suerte. Hace
algunas semanas me encontré en uno de los clubes nocturnos a una chica muy
especial que comenzó a caminar sensualmente hacía mí. Al principio me hice el difícil.
Pero su cabello rizado y el mío se atraían como si estuviesen magnetizados. Su
silueta era como la de una modelo del Sector de Moda. De esas mujeres que se la
viven en fiestas, las llamadas semi-diosas.
Esa noche ella me hipnotizo con su vestido de seda entallado
color rojo. Sus tremendas zapatillas eran muy altas pero la hacían lucir
diferente a las demás. Su cabello caoba brillaba de una manera tan natural como
lo hace una gota de rocío.
Ese día sólo conversamos. Siempre que iba al club. Lo cual era
muy frecuente. La encontraba y solíamos discutir sobre nuestros fracasos
amorosos. En realidad, yo estaba más sólo que un perro con sarna.
Llego un momento en el que ya no soporte más. Concentre todas
mis fuerzas y las enfoque. Su vestido color verde olivo de satén y sus
ballerinas la hacían lucir sensacional. Lo cual me provocaba cierto nerviosismo.
Decidí terminar la conversación de ese día. Me despedí y me marche.
Regrese, afronte mis miedos y mire directamente a la chica de los profundos ojos color miel.
—He soportado mil tormentas. Camine sobre
un mar en llamas. Y lloré un mar de almas por estar aquí. ¿Sabes qué?
¡Intentémoslo! —dije con tanta naturalidad que sonó tan romántico.
— ¡Oh Chava, eres tan tierno! —Me contesto
con su divina voz.
— ¡Por favor Berenice contesta ya! — Dije
en tono desesperado.
— ¡Claro que acepto mi amor! — Escuche con
la voz de los ángeles.
— ¡Quiero que nuestro amor dure para
siempre! — Espete sin pensarlo.
— ¡Así será! —dijo ella.
Terminamos los cócteles y partimos
hacia nuestros hogares por una llamada misteriosa por parte de los dos.
Al llegar a
mi apartamento encontré una carta como las dos que encontré cuando fui
elegido. Rasgue la protección y encendí las lámparas de sodio-potasio solares
regalo de mi amigo Alex.
¡Muy Buenas Noches!
Salvador te llame está noche. Arruinando tu
noche de victoria porque estamos a punto de comenzar con el gran plan.
Necesitamos que todo esté como lo planeamos. El hijo del presidente será
secuestrado mañana en la mañana. Ve a la base A-1307 de la antigua Polonia.
Alex ya conoce las instrucciones. Él te dirá qué hacer. Un Jet te estará
esperando en el estacionamiento aéreo de Radiactivo. Viajarás con Jarely y
Eyvin.
Te deseo mucha suerte.
PD.: No olvides el plan b.
Atentamente T. Presidente de Radiactivo
Debo sentirme muy alagado. Ha puesto la
letra inicial de su nombre en la carta. Nunca ha hecho algo similar. ¡Nadie ha
recibido algo así! Me siento muy feliz.
Parto rumbo a Radiactivo en mi CTS V Sedán rojo. Cuando de pronto
me doy cuenta de que alguien me sigue en una Lincoln color cobre sin placas muy
de cerca. Acelero y me escondo cerca de un bosque cercano. Apago el motor y
camino sin hacer ruido hacía la carretera.
Veo la
camioneta, y de ella baja una mujer parecida a mi Bere. La luz de la luna me
ayuda a corroborar que es ella. Por un momento decido caminar hacia ella, pero
algo me dice que me detenga.
— ¡Lo perdí
señor! —le dice a alguien por teléfono.
Ella enciende
el altavoz.
— ¡Tendrás una
última oportunidad! ¡Mátalo lo más pronto posible o yo te mataré a ti sin
piedad alguna! — bufa como demonio el sujeto al otro lado del teléfono.
—Mañana
morirá. —dice con un tono que inspira respeto y credibilidad.
Ella cuelga y
se marcha. Por mi parte, me pongo en marcha hacia mi destino. Todo sigue igual
me digo a mí mismo. ¡Ella no te ha engañado! ¡Ella no es una asesina!
Todo sigue
igual aunque en realidad yo sé que mi corazón se ha roto. Y es algo que jamás
podrá ser otra vez como antes.
Aún recuerdo
como solíamos besarnos apasionadamente. Antes éramos dos: Ella y Yo. Ahora sólo
soy un pasajero más. Alguien con quién jugaron. Alguien me quiere matar.
Alguien… a mi sólo.
Llego a
Radiactivo y todo el proceso comienza. El Jet está listo. Parto con mis amigos.
Y trato de olvidar a Bere. La única chica que ha marcado mi vida. La que
intento matarme.
Jarely se me
acerca con su traje I-12 diseñado por Alex para misión. Todos tenemos uno.
— ¡Juntos
comenzaremos un nuevo orden, en el que no haya mentiras! —dice con un tono que
me hace levantar un poco el ánimo.
— ¿Sabes qué? Intentémoslo. Acabemos con
los sistemáticos. — Por dentro estoy llorando y nadie podrá consolarme. Nadie podrá.
Jarely me sonríe y se dirige a la sala de
controles. Camino hacía una ventana y sólo puedo pensar en cómo mis sueños con
ella se evaporan. Bere era todo para mí. Hoy ya no.
El paisaje es normal…aunque lluevan rosas
sobre el jardín del olvido.
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